LOS
CASTILLOS DEL LOIRA (5)
De Beauregard
a Vendome
Así
que me voy a otro sitio, y donde me voy es a Beauregard. Es un castillo que está rodeado por un amplísimo parque
que hay que atravesar, y en el que hay varios estilos de jardines por los que
resulta muy agradable deambular.
Nada
más entrar parece un castillo como los demás, con la cocina y los cacharros
propios, aunque hay algo diferente: esa mandíbula de ballena colgada encima de
la puerta. Pero la gran joya de este castillo está en el piso superior: la
galería de retratos, donde están representados 327 personajes relevantes de
Europa entre 1328 y 1643 (también hay personajes españoles: Reyes Católicos,
Cisneros, Carlos I, Felipe II, etc.
Es una galería realmente sorprendente,
tanto por los retratos como por el artesonado. Es un castillo muy bonito, que
en algunas salas quiere conjugar lo
antiguo con lo moderno con un cierto aire burlón, propio de Rabelais y
Montaigne, como en esa pequeña galería de retratos de perros.
Al finalizar iba
a recorrer con más calma los jardines pero se puso a llover y me fui con la
copla a otra parte.
Y
donde me fui fue a Blois, otro de
los famosísimos castillos del valle del Loira. Aquí estuve hace muchos años
cuando hicimos un viaje a los Países Bajos y hubo una excursión opcional a los
Castillos del Loira. Entonces solo visitamos Chambort y Blois, ¡cómo si esos
fuesen los castillos del Loira!
El patio es espectacular y el interior también.
Es un interior lujoso pero un poco hortera, no he visto ningún otro palacio con
tanto dorado y tapices y terciopelos. No sé por qué aquí hay tanto.
Imagino que
el interior de este castillo está totalmente restaurado, posiblemente en la
Revolución quedó desnudo, y su aspecto actual es el resultado de las ideas de
los restauradores franceses.
Para mi gusto es demasiado oscuro, y tanta
oscuridad no va con la alegría del renacimiento que se ve muy bien en castillos
menores y que no están restaurados.
En
la guía que manejo se cita la iglesia de Suèvres
como interesante porque el techo de
madera que rodea el templo, está hecho con una estructura característica de la época
merovingia. Yo voy y lo miro y lo miro y me encojo de hombros porque como no
soy experto no entiendo nada. Desde luego que yo no me desplazaría hasta allí
para ver eso. Esto es lo que puede ocurrir cuando el autor de la guía es un
experto y el que la lee no.
Pero
hay otros atractivos. No muy lejos hay una iglesita con una bella torre
románica y una fachada renacentista.
Cerca
está la calle de los molinos, una calle por la que corre un pequeño río y que
tiene varios molinos, molinos que hoy están habitados y que son viviendas, y
que están rodeados de pequeños jardincitos hechos por los vecinos y
propietarios de las viviendas.
En
Mulsans también es interesante (para
los expertos y estudiosos del tema) las vigas renacentistas que sostienen el
tejado que rodea la iglesia. Menos mal que no me he desviado para ver estas
vigas.
Talcy es un
castillo un tanto especial. Por fuera es un castillo parecido a los demás; hay
que ser muy experto para encontrar diferencias sustanciales en el aspecto
externo de los castillos; en sus patios; en las caballerizas; en los edificios
anejos: palomares, lagares, etc.
Y
hay lugares del interior que son muy similares a otros castillos que he visto,
aunque en este son menos señoriales, están como un poco más descuidados, es
como si fueran más rústicos.
Pero enseguida las habitaciones están más oscuras
e iluminadas por tenues luces. Todo tiene un aire misterioso, hasta un poco
tenebroso diría yo.
Y entonces aparecen
los fantasmas. Sí, fantasmas hechos con efectos de luz (me parece que se
llaman hologramas). En cada habitación hay uno, que es el reflejo de fantasmas
que aparecen en libros y novelas. Se mueven, se oyen sonidos que asociamos con
ellos. A mí me hacen gracia, pero a un niño de unos 12 años que estaba con sus
padres le daba miedo.
Y además de hacerme gracia, me sorprenden, y me
sorprenden por el derroche de imaginación que han tenido los propietarios, o a
quien corresponda, para presentar algo original, atractivo y diferenciador de
este castillo respecto a los demás. Esta idea de poner cosas diferenciadoras,
es algo que se ve en otros muchos castillos. Y
ahora que lo pienso me doy cuenta que todos los castillos tienen cosas
características: jardines muy cuidados al estilo del renacimiento, laberintos,
personajes de cuento, colecciones de trajes de novia, de carruajes, de modelos
de caballerizas, etc. es como si hubiese un organismo organizador que hubiese
estudiado las posibilidades de cada castillo y les hubiese asignado una
determinada característica.
Camino
a Rhodon veo un molino en medio del
campo; está no hay nada alrededor. Imagino que se ha trasladado de lugar o se
han derruido los edificios anejos que pudiese tener: casa del molinero,
almacenes, etc.
La
luz de la mañana da un magnífico aspecto a la iglesia de Rhodon. Es una iglesia
pequeña, humilde, antigua, como dejada, con las paredes desconchadas y
enjalbegadas hace mucho tiempo.
Hay restos de pintura en bastante mal estado.
Es la iglesia de un pueblo venido a menos o que ha perdido su fe, de ahí el
abandono de la iglesia. ¡Ah!, pero la iglesia está abierta.