LEDESMA
LEDESMA es uno de esos, ahora pueblecitos, que no caben en la historia. Ya hay noticias de ella en época romana. A los visigodos no les gustaba y no dejaron ningún resto por aquí (a lo mejor es que eran muy limpios y todo lo iban recogiendo). Con la dominación musulmana, Ledesma se convierte en un importante núcleo del norte de al-Ándalus, hasta que, en 939, Ramiro II de León arrebata la población a los musulmanes. Se inicia con esto un periodo de reconquista de Ledesma que no culminará hasta 1161. Hasta esa época, Ledesma será repoblada por Ramiro II, atacada y saqueada en dos ocasiones por Almanzor y repoblada de nuevo por Alfonso VI de León, del que los castellanos dicen que era Alfonso VI de Castilla..
Y Alfonso VI manda hacer unas murallas, al igual que mandó hacer las de Segovia y las de Ávila, pero estas de Ledesma salieron bajitas y rechonchas, no altas, airosas y elegantes como las de Ávila, pero que sirvieron para su oficio y menester, aunque el gobernador no se fiaba mucho y vivía en el castillo, un castillo bien arregladito que se levanta en el siglo XII, casi al tiempo que las murallas.
Se le otorga a la villa un importantísimo papel religioso, construyendo siete iglesias principales y trayendo a monjas y a Caballeros de órdenes religiosas.
Fotos de la iglesia de Santa María la Mayor.
A finales del siglo XIII la villa perteneció al infante Don Pedro, hijo del rey Alfonso X el Sabio y señor de media provincia de Salamanca y y luego pasa a su hijo legítimo, que está enterrado en la iglesia, todo por "derecho de bragueta", y a su muerte sin herederos, vuelve a la Corona.
Los siglos XV y XVI fueron los de mayor prosperidad económica y demográfica de la Villa, hasta alcanzar casi los 2000 habitantes en 1516 y más de 2500 a finales del siglo. Como en casi todos los lugares, los nobles y gente acomodada, velaban por conservar sus derechos y privilegios, y eran los que probaban la pureza y nobleza de sangre de los llamados "Cristianos Viejos".
En el siglo XVII se concede el mercado semanal de los jueves, un gran punto de intercambio entre los artesanos y comerciantes del reino, y el del mercado del Jueves de la Ascensión, el mayor comercio de bueyes de España hasta casi finales del siglo XX.
Hoy Ledesma es una ciudad que se mantiene con una población de 2000 habitantes y lleva una existencia tranquila, propia de "La España Vaciada"
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