CASTILLOS
DEL LOIRA (9)
De Candes St. Martin a Serrant.
Montsoreau
sí
que es uno de los castillos del Loira, más cerca no puede estar. Una parte del
castillo o se calló o lo destruyeron en alguna guerra, pero el hueco que quedó
lo taparon y el resto se volvió a utilizar como castillo. Ya he dicho que los
castillos del Loira son iguales porque se construyen o adaptan en la misma
época y son diferentes unos de otros porque que cada uno tiene una
característica particular.
Este está totalmente desnudo, aquí se puede apreciar
la arquitectura en estado puro, no hay nada que distraiga, la luz es la que
entra por las ventanas, todo es lo original.
Hay
algunos ventanales que son preciosos, el efecto lumínico es magnífico. Viendo
este ventanal me imagino a una princesa o a una reina o a una de las damas de
la corte leyendo un libro o cosiendo o tejiendo. Esta es una imagen elaborada
por las lecturas y películas que leí o vi de jovencito. Pero Montsereau no es
solo el castillo, es un pequeño pueblo que se ve estupendamente desde lo alto
del castillo. Estos pueblitos del Loira son muy parecidos unos a otros. Los
tejados son de pizarra, los muros blancos
y así todo el pueblo tiene un color característico: gris azulado muy
claro por efecto del sol y sobre todo por la interacción con el blanco de los
muros.
Y el Loira pasa tranquilo y majestuoso
casi acariciando la base del torreón del castillo. Hay unas pocas barcazas
amarradas en un pequeño muelle. Pero estas barcazas apenas se ven por le rio,
es una actividad, un medio de transporte que ya ha muerto.
Fontevraud es
una de las grandes joyas del valle del Loira. Pocas iglesias tienen la luz
de Fontevraud. Está arreglada, quizá
restaurada, pero aun así es una iglesia magnífica. Las dimensiones, las
bóvedas, esa bóvedas que solo he visto en algunas iglesias del románico
francés, y la luz.
Es una de las iglesias con una luz tan prodigiosa. Lo bueno
que tiene esta iglesia y otras muchas es que no tienen luz artificial, la luz
que hay es la que concibieron sus constructores. Y aquí están los yacentes de
Aliénor de Aquitania, su marido Enrique II, su hijo Ricardo Corazón de León e
Isabel de Angulema, esposa de su otro hijo Juan sin Tierra.
Ante
estos yacentes los ingleses se quedan
como extasiados. Debe ser un arrebato de patriotismo o algo parecido.
El
claustro magnífico, todo un derroche de luz. Las cocinas son un pequeño tesoro,
pues son de las pocas que se conservan del siglo XII.
En
otras dependencias monacales hay una instalación de arte contemporáneo, que la
verdad no queda nada mal. Veo la instalación como un espectro, como un adiós al
mundo de las barcas que recorrían el Loira, desde un mundo fantasmal, como algo
del pasado.
El
problema que le veo a estas instalaciones es que solo se pueden poner en sitios
como estos, es un arte efímero, un arte para el recuerdo, un arte un poco espectral
pues los espectros son cosa del pasado.
Saumur
es
un castillo castillo y un castillo palacio. Todavía conserva el aire de
castillo medieval, hecho para la guerra, pero también tiene el aspecto de un
palacio por tantas ventanas y esos pináculos por tantos sitios. Es un castillo
muy arreglado, muy restaurado. Por dentro no tiene nada especial salvo un museo
de artes decorativas y otro museo del caballo.
La vista del Loira y de parte de la
ciudad es magnífica desde lo alto del castillo. Todo el horizonte es
tremendamente llano, y todo verde. Todo el paisaje, todo lo que se ve, es la
imagen perfecta de la dulce Francia.
Montreuil
Bellay es un castillo que me desconcierta. Por un lado me parece
viejo y por otro nuevo. Dentro del recinto hay una enorme iglesia que no sé lo
que pinta allí. Cuando llego queda poco tiempo para cerrar y ya no dejan entrar
a verlo. Me voy hasta el puente que he atravesado con el coche al venir aquí y
que presentaba una buena vista del castillo y de su reflejo en el agua. Con
poder ver esto, tranquilamente y con calma me doy por recompensado. Otra vez ya
veré este castillo por dentro.
Thouars es la
ciudad de la luz del atardecer. Llego relativamente tarde para el horario
francés, pero para mí todavía es buena hora. El sol ya está muy bajo y tiñe los
edificios de un bello color dorado.
La portada de la iglesia románica es
magnífica y muy original con esas dos puertas laterales cegadas. Imagino que se
taparían por algún motivo pues no creo que desde un principio se hicieran así.
Voy paseando hasta el castillo, bueno,
hasta lo que se llama el castillo, que hoy son edificios del siglo XVII que
están donde antes hubo un castillo del que quedan algunos trozos, trozos que no
se pueden visitar ya que actualmente es un colegio. Bueno, no puedo ver el castillo o el colegio (no sé cómo
llamarlo) pero la vista con el sol de poniente es espectacular. Pocas veces y
en pocos lugares he visto encenderse las rocas de los edificios como aquí.
Cuando
voy al camping de esta ciudad compruebo que estoy solo. Es algo que no me
gusta, no es que me dé miedo, solo es que no me gusta. Luego, muy tarde llega
un chico que se mete en su tienda o rulotte (ya no me acuerdo); debe ser un
chico que vive aquí. Esto es más barato que alquilarse una casa. Cuando pasa
nos decimos ¡buenas noches! Y esa es toda nuestra conversación.
Behuard está
en la orilla del Loira. Ya había estado en este pueblito y en su iglesia. Una
iglesia que se acomoda a la forma de las rocas sobre las que está hecha.
¡Caprichos de un rey! Y este pueblito tiene todo él un aspecto antiguo, como de
viejito, lo que posiblemente es.
Serrant
es el último castillo del Loira que veo en este viaje. Es un gran castillo. Lo
que parecen torres y el foso de la fortaleza medieval no pertenecen a esa
época.
Se comienza en 1564 y ya no había guerras que justificasen torreones y
fosos. Todo fue un capricho o del arquitecto o del propietario. El castillo
actualmente está habitado. Los muebles son muy chulos, pero no tengo fotos
porque no dejan hacerlas. Las pocas que hice fueron a escondidas.
La luz y el
ambiente que se crea alrededor de este tocador me gustan mucho; es un ambiente
con un cierto aire romántico, muy íntimo. Es un lugar perfecto para poner un
tocador; es un lugar donde una persona puede soñar con cosas que pueden suceder
cuando termine de arreglarse o también cosas que puede recordar de cuando hace tiempo se arreglaba aquí. Me parece que la
guía nos dijo que en estas habitaciones estuvo alojada una reina de Inglaterra.
En los jardines quedan restos de
fortificaciones de la segunda guerra mundial. Aquí estuvo el cuartel general de
no sé cuál división o departamento, y todo el perímetro estaba muy fortificado
tanto para prevenir ataques de la resistencia como para refugiarse en caso de
bombardeos de las tropas enemigas. Cuando lo veo pienso: ¿Y por qué no lo
tiran? Y acto seguido también pienso ¿Y para qué tirarlo? Esto ya forma parte
de la historia.
Aquí doy por terminada esta segunda
visita a los castillos del Loira. Ya he visto casi todos los castillos y casi
todas las localidades con interés de esta región. Aún me quedan algunos sitios
para visitar, son lugares con poco interés artístico o cultural, por lo menos
eso es lo que indican las guías que manejo. No haber visto todo lo que hay en
el valle del Loira es un buen pretexto para volver a esta parte de Francia tan
bonita, tan amable y tan bucólica.
Y desde aquí me marcho hacia el sur,
hacia España, con los recuerdos y las imágenes de estos lugares. Espero que no
se me pierda nada por el camino.