ESPAÑA - VALLADOLID
marzo 2016
¡Qué poca justicia se le ha hecho a VALLADOLID!
Es una ciudad con importantes monumentos y cargada de historia, pero como no
tiene una gran catedral o grandes palacios no tiene el nombre y la relevancia
de Salamanca, Burgos o León, por poner algunos ejemplos.
Valladolid está unida a mis nietas,
sobre todo a Elena. Desde que era muy pequeñita se venía conmigo y visitábamos
las iglesias y apagaba las velas y me preguntaba que quién eran las imágenes y
yo me inventaba historias sobre los santos, historias adecuadas para su edad y
para su comprensión.
A Elena le gustaba especialmente la
iglesia de San Benito, tan alta, tan grande. La fachada de San Gregorio me
gusta especialmente a mí. Ahora la han limpiado y está tan bonita, como tan
nueva, aunque se nota el paso del tiempo en las esculturas; solo parece nueva
cuando se la mira de lejos.
El palacio donde nace Felipe II está
como escondido, como si le diese vergüenza que allí hubiese nacido un rey tan
importante.
El museo de escultura de San Gregorio está en un edificio
espectacular. Tiene una fachada que es una filigrana en piedra. Me parece que
es de estilo plateresco aunque eso me da lo mismo; lo importante es que me
parece muy bonita y grandiosa. Es de esos edificios que impresionan, que están
como diciendo: "Aquí estoy yo"
Y si la fachada es bonita el claustro
yo creo que es más espectacular, sobre todo el piso superior.
Todo es una filigrana, un encaje de
piedra. El aire, la luz, todo circula libremente y el espíritu se ensancha ante
tanta belleza. Es uno de esos lugares donde no se piensa en nada, aquí solo se
disfruta de la belleza.
¡Qué difícil es conseguir ésto!
Y dentro del museo se ven esculturas,
sillerías de coro, retablos, artesonados mudéjares en los techos, escaleras
señoriales y la expresión religiosa de un pueblo y de una época en forma de
arte. Este museo es un magnífico museo de escultura, de eso no cabe la menor
duda.
Es Semana
Santa. El día de Viernes Santo por la mañana nos dedicamos a ver en las
iglesias los pasos que saldrán esta
tarde en la procesión general de la pasión, en esta procesión única con 32
pasos que representan toda la pasión de Cristo. La mayoría de estos pasos son obras
cumbres de la imaginería castellana de los siglos XVI y XVII; son obras de arte
se miren por dónde se miren.
Y pasear por Valladolid, de iglesia
en iglesia, es una gozada. Iglesias que son maravillosas y que siempre están
cerradas excepto para los actos religiosos. Y ahora se pueden ver, y también se
ve la Universidad, la Catedral, las calles de la época de Felipe III, cuando
Valladolid fue capital del reino,
y se respira el ambiente de la Semana Santa
castellana, con los pasos de las Siete Palabras en la Plaza Mayor, y el cruce
con las cofradías que ya van a sus iglesias.
Valladolid es una de las ciudades
castellanas donde más se siente la Semana Santa, es una semana santa que me
parece un culto a la muerte, al sufrimiento, al dolor. Se celebra la muerte de
Dios, no su resurrección, cuando esto último es su mensaje, un mensaje de vida
y esperanza. Pero bueno, las ideas son así,
¡qué le vamos a hacer!
Y la naturaleza, que no entiende de
este tipo de celebraciones, luce maravillosa en las calles, en los jardines, y
se percibe una luz especial, la luz de la mañana y del atardecer, que llena el
aire y los objetos de dulzura.
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