viernes, 7 de abril de 2023

China (6) Yangshuo.

 CHINA (6) . YANGSHUO

Es por la mañana temprano. Hace mucho calor y hay bastante neblina debida a la humedad y al calor. Nos vamos de crucero por el río Lijiang hasta YANGSHUO. Estaremos varias horas en el barco.




El recorrido es sorprendente. La neblina no permite una perfecta visibilidad, pero le da un aire de misterio al paisaje, a esas colinas increíbles que aparecen y desaparecen constantemente a medida que el barco avanza para dejar paso a otras que surgen más allá de entre la neblina y que estaban escondidas detrás de las que están en un primer plano.







        El paisaje es único, es uno de esos paisajes de la Tierra que solo se ven aquí y en Vietnam. Nunca había visto nada parecido. El único parecido que le encuentro son las siluetas de los Dolomitas en macizos muy concretos y en lugares determinados, pero aquello son montañas y no es tanta su extensión. No me extraña que por el río vayamos un montón de barcos cargados de turistas. La mayoría son chinos, los europeos somos una cantidad insignificante, y todos queremos ver esto porque estamos en uno de los lugares más hermosos y sorprendentes de la Tierra.




Hay gente que se lamenta que estemos tantos turistas, de que haya tanta gente. Yo considero a estas personas un poco egoístas o… ¿especiales? A mí la gente no me estorba y menos aquí. El paisaje es grandioso y los humanos no interferimos en él. Unos barcos y barquitas en el río no quitan ni un ápice de espectacularidad. Lo que suele ocurrir es que a muchas personas les gusta decir que han estado en un lugar en el que no había nadie y que solo lo han visto ellos, porque pertenecen como a una élite de viajeros privilegiados que han llegado a lugares recónditos, pero lo curioso es que muchas de estas personas son incapaces de separarse del guía o de irse solas a recorrer una ciudad.


Cuando pasamos por lugares habitados a los que llega una carretera, hay muchas pequeñas embarcaciones llenas de turistas. Los turistas chinos son muchos millones y están por todas partes. Y junto a las embarcaciones de turistas también se ven embarcaciones tradicionales que en realidad son unos troncos de bambú atados. Y siempre rodeado de un paisaje único y sorprendente, llego a YANGSHUO, una pequeña localidad de 300.000 habitantes ¡una minucia para China!



        Pero las colinas no se acaban, las colinas son las que mandan y las casas y las calles se acomodan a las colinas. Por todas partes hay jardines, la vegetación es exuberante, la humedad y el calor también. Aquí se anda despacio instintivamente, en cuanto se mueve uno rápido te pones a sudar. Bueno, eso es lo que nos pasa a los que no somos de aquí, pues a los indígenas no les ocurre nada de nada. Todo está lleno de jardines, y el espectáculo que se ve en ellos es muy interesante. Hay muchas cosas que son iguales a las que hubo en Europa hace años: aquí hay muchos carritos que van vendiendo chucherías, maíz asado, té y cosas que toman habitualmente los chinos, tanto los niños como los adultos.





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