sábado, 19 de noviembre de 2016

España - Castilla y León - Valladolid

ESPAÑA - VALLADOLID
marzo 2016

         ¡Qué poca justicia se le ha hecho a VALLADOLID! Es una ciudad con importantes monumentos y cargada de historia, pero como no tiene una gran catedral o grandes palacios no tiene el nombre y la relevancia de Salamanca, Burgos o León, por poner algunos ejemplos.
          Valladolid está unida a mis nietas, sobre todo a Elena. Desde que era muy pequeñita se venía conmigo y visitábamos las iglesias y apagaba las velas y me preguntaba que quién eran las imágenes y yo me inventaba historias sobre los santos, historias adecuadas para su edad y para su comprensión.


           A Elena le gustaba especialmente la iglesia de San Benito, tan alta, tan grande. La fachada de San Gregorio me gusta especialmente a mí. Ahora la han limpiado y está tan bonita, como tan nueva, aunque se nota el paso del tiempo en las esculturas; solo parece nueva cuando se la mira de lejos.



          El palacio donde nace Felipe II está como escondido, como si le diese vergüenza que allí hubiese nacido un rey tan importante.



                El museo de escultura de San Gregorio está en un edificio espectacular. Tiene una fachada que es una filigrana en piedra. Me parece que es de estilo plateresco aunque eso me da lo mismo; lo importante es que me parece muy bonita y grandiosa. Es de esos edificios que impresionan, que están como diciendo: "Aquí estoy yo"
          Y si la fachada es bonita el claustro yo creo que es más espectacular, sobre todo el piso superior.



          Todo es una filigrana, un encaje de piedra. El aire, la luz, todo circula libremente y el espíritu se ensancha ante tanta belleza. Es uno de esos lugares donde no se piensa en nada, aquí solo se disfruta de la belleza.
  ¡Qué difícil es conseguir ésto!



 


          Y dentro del museo se ven esculturas, sillerías de coro, retablos, artesonados mudéjares en los techos, escaleras señoriales y la expresión religiosa de un pueblo y de una época en forma de arte. Este museo es un magnífico museo de escultura, de eso no cabe la menor duda.









         Es Semana Santa. El día de Viernes Santo por la mañana nos dedicamos a ver en las iglesias  los pasos que saldrán esta tarde en la procesión general de la pasión, en esta procesión única con 32 pasos que representan toda la pasión de Cristo. La mayoría de estos pasos son obras cumbres de la imaginería castellana de los siglos XVI y XVII; son obras de arte se miren por dónde se miren.





          Y pasear por Valladolid, de iglesia en iglesia, es una gozada. Iglesias que son maravillosas y que siempre están cerradas excepto para los actos religiosos. Y ahora se pueden ver, y también se ve la Universidad, la Catedral, las calles de la época de Felipe III, cuando Valladolid fue capital del reino,





 y se respira el ambiente de la Semana Santa castellana, con los pasos de las Siete Palabras en la Plaza Mayor, y el cruce con las cofradías que ya van a sus iglesias.


          Valladolid es una de las ciudades castellanas donde más se siente la Semana Santa, es una semana santa que me parece un culto a la muerte, al sufrimiento, al dolor. Se celebra la muerte de Dios, no su resurrección, cuando esto último es su mensaje, un mensaje de vida y esperanza. Pero bueno, las ideas son así,  ¡qué le vamos a hacer!

   

       Y la naturaleza, que no entiende de este tipo de celebraciones, luce maravillosa en las calles, en los jardines, y se percibe una luz especial, la luz de la mañana y del atardecer, que llena el aire y los objetos de dulzura.

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